viernes, 30 de mayo de 2014

Fue como si después de tantos años de familiaridad con la muerte, después de tanto combatirla y manosearla por el derecho y el revés, aquella hubiera sido la primera vez en que se atrevió a mirarla a la cara, y también ella lo estaba mirando. No era el miedo de la muerte. No: el miedo estaba dentro de él desde hacía muchos años, convivía con él, era otra sombra sobre su sombra, desde una noche en que despertó turbado por un mal sueño y tomó conciencia de que la muerte no era sólo una probabliidad permanente, como lo había sido siempre, sino una realidad inmediata.
Gabriel García Márquez
El amor en los tiempos del cólera.




miércoles, 14 de mayo de 2014

LA PALABRA:  OJALÁ, una de mis preferidas y hoy de entre todas la elegida, aquí mis razones:


1 Su fonética, dulce, suave y, claro está asociada a su semántica: ese deseo de que algo suceda con ilusión (también me gusta ésta), con intención y que cuando se verbaliza parece que ¡empuje!

2 Esta palabra se puede desgajar, veamos el desglose semántico, a mi manera:

2.1 –oja-: Cierto que le falta esa letra muda y con sorda tendencia a desaparecer?, de todos conocida.

2.2 –ja-: ¡Buena exclamación!: “No me lo trago, no te lo crees ni tú y además me da la risa, es  decir, aunque con connotación negativa no pierde su humor.

2.3 –jala : Coloquial pero con significado alimenticio ¿o es que acaso el tema de la manduca no es grato para cualquier ser vivo?

2.4 ojal-: A mi me gusta pensar en él como portador de adornos, pero sin olvidar ese significado escatológico de última generación.


2.5 –alá: La gravedad en la sílaba tónica nos lleva al inexorable “con la iglesia hemos topado....” una vez más. Sin embargo, si le cambiamos la fuerza a la sílaba se nos convierte en ¡Que exagerao!. 
 
Y ya para terminar:  Ojalá todo lo bueno para todos.

Mariena Tarrazó


                

jueves, 1 de mayo de 2014


Palabra de Beatle

John Lennon se enamoró de Yoko Ono. Para mi, la gran zanja que lo alejó de los Beatles. Para él, la superación hasta Imagine.

Se conocieron en una exposición de la artista. Un 9 de septiembre. Una de sus  obras, de arte conceptual, estaba formada por una escalera que te llevaba hasta el techo donde se podía leer algo que desde abajo, era totalmente imperceptible al ojo humano. John subió con interés. Cada peldaño le acercaba más hacia la meta y se preguntaba si merecería la pena el esfuerzo. Cuando llegó al final, observó con ilusión lo que escondía un trozo de papel. Sonrió y comenzó a descender. Ya en el  suelo lo supo: había encontrado a su alter ego. Un simple monosílabo, a lo mejor ni siquiera tan premeditado como ella misma hacía ver, la convirtió en historia. Siempre pienso que tal vez, si hubiera escrito algo diferente, aún escucharía su voz.

John Lennon amó a Yoko Ono hasta su dramática muerte. Para él, la palabra fue un comienzo…, para mí, un doloroso e inevitable final.

Marga Cort.