ILUSIÓN
A Susana y Ana
Con la mirada perdida en la
monda de la patata que está pelando, Ana siente como está a punto de ahogarla
una tristeza densa, una marea de chapapote oscura formada por la acumulación de
una gota de decepción tras otra.
Escucha abrirse la puerta de
la calle. Bernardo acaba de llegar. Mientras acaban de cocerse las patatas, se dispone a poner la mesa para la cena. De repente, sus ojos comienzan a brillar
al descubrir sobre la mesa del comedor un folleto precioso de un viaje a
Venecia.
¡Por fin! ¡Bernardo ha
pensado en ella! ¡Desde ahora mismo va a empezar a cambiar todo!
Con el corazón a brincos,
disimula para hacerse la sorprendida cuando se lo entregue y vuelve rápidamente
a la cocina. Al momento entra Bernardo, ya con su batín y sus zapatillas de
felpa y arrugando el folleto con rabia.
- ¡Joeeeer, qué cansinos con
la publicidad en los putos buzones!
Cruz Ferrando
Me encanta
ResponderEliminar