DEMASIADO
Alicia era una adolescente de 16 años, alta, delgada y muy inquieta, con muchas ganas de vivir, que llevaba 8 años como alumna de un colegio de monjas donde el tiempo parecía haberse paralizado. Ella siempre se repetía:
-DEMASIADO largo, esto no acaba nunca, aquí no ocurre nada nuevo.
Su única liberación era pedir permiso para ir al lavabo mientras estaba en clase y así poder corretear, saltando como una gacela libre, por los largos, amplios y solitarios pasillos de aquel antiguo palacete que era su colegio.
Esa sensación de libertad la acompañó toda su vida al igual que la palabra demasiado.
Ahora a sus 91 años siempre se repetía:
-DEMASIADO... (esta vez) corto.
Mª José Roig