sábado, 22 de noviembre de 2014

CÁPSULAS

Desde hacía cinco años, todos los días era el mismo ritual a primera hora de la mañana aún en la penumbra de la habitación recién despierta.

Ciento dos era el número de capsulas que deslizaba por el gaznate desde que fuera víctima de la “orofrasía galopante” tras un viaje al asteroide Vesta.


Con todo, lo peor era que no bien las había ingerido, era incapaz de recordar si el hecho había o no tenido lugar.

Michel Feifer.

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