ROJO PASIÓN
Estoy mirando fijamente el
teléfono. Espero tu llamada durante demasiado tiempo. Sé que te agobié el otro
día pero es que te quiero tanto… Te prometo que no volveré a presionarte.
Esperaré tu atención sin pedirte nada, sin reproches, sin lágrimas esta vez.
Ya he tomado dos cápsulas de
golpe, de esas que me recetó el doctor Vilar para una emergencia. ¡Qué hermosas
son! Color rojo pasión, como aquel
carmín que tanto te gustaba cuando me conociste, brillantes, perfectas. Qué
distintas a mí, tan anodina, tan poco atractiva. Yo no brillo, desde luego, y
quizás por eso no me ves.
Tengo la sensación de que mi
cerebro se vuelve de algodón y el tiempo infinito se me hace un poco más
llevadero. Las aristas cortantes de la realidad que me asfixia se redondean
como los extremos de mis cómplices amigas que parecen joyas.
Tu silencio me oprime de
manera angustiosa, un agujero negro se va haciendo grande en mi pecho y temo
que acabe por engullirme. Voy a tomar alguna cápsula más, necesito acallar esa
negrura intensa que me ahoga.
Así está mejor. Ahora un
poco de jazz, para crear ambiente. Seguro que no tardas en llamar. Voy a ponerme
un whisky del bueno, hoy es un día especial. Mis fieles aliadas color rubí no
me van a abandonar.
Cruz Ferrando
Noviembre 2014
Sin palabras. La belleza también puede ser amarga...
ResponderEliminar