lunes, 20 de octubre de 2014

Cápsulas



Qué son, para qué sirven, de qué color, la forma, su envoltura, cuántas hay en una caja... Todos esos datos nos dice el paciente, ante la pregunta ¿Qué toma usted señora, señor, joven, vieja? todo menos el nombre. Si son hombres, que son mucho más torpes que las damas, te responden “Ah, si, eso quien lo sabe es la dona”. ¡Ale, se quedan tan panchos! Nosotros pensamos: eso también nos pasará al resto de los humanos, sobre todo si somos hombres, que somos más torpes. Como podéis imaginar, me puede mi defecto profesional. Una cosa que no me gusta de las cápsulas, es que no sabemos el sabor de la cosa  que nos tragamos, o cuándo se derretirá en la lengua si no tenemos agua cerca. No voy a hablar de las que contienen café, música, pelis y otras cosas. Siguiendo con la deformación profesional, me gustaban más  las PÍLDORAS.

Carlos Aguilar

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