KAPAOTY
Carla,
sentada en mis rodillas, escuchaba embobada mi cuento:
“Existe
un poblado de indios americanos, aún desconocido para el resto del planeta, que
vive en contacto permanente con la naturaleza, hasta el punto de identificarse
con ella de manera absoluta.
Son
fuertes como el Búfalo.
Son
valientes como el Oso.
Intuitivos
como el Búho.
Leales
e independientes, al mismo tiempo, como el Lobo.
Libres
como el Águila.
Son
poderosos y bellos como el Caballo.
Y
tienen un corazón bondadoso y tierno.
Te
voy a revelar un secreto que sólo conocía yo, hasta este momento:
Hay
una niña muy especial, una nativa de este grupo privilegiado, llamada Kapaoty aro orana. Los dioses nos
hicieron el maravilloso regalo de traerla entre nosotros porque querían que
aprendiéramos con ella.
Siempre
estaré agradecida a esos dioses tan generosos por el mejor regalo que han
podido hacernos.”
Carla me miró fijamente a los ojos, con el ceño fruncido y, de repente, como si saliera el sol, su preciosa
carita se iluminó con una sonrisa inmensa y me abrazó muy fuerte. Yo le susurré
al oído: “Te quiero Kapaoty”
Cruz
Octubre,
2015.
Un ceño fruncido de comprensión de un búho intuitivo encarnado en Carla, en todas las niñ@s Carla que potencialmente contienen todos los valores anhelables.
ResponderEliminarY que importante manifestar nuestros sentimientos a los que queremos, gracias por recordarlo.
¡Bien leído!
ResponderEliminarQue preciosidad de relato!me ha encantado hasta el nombre de la niña india!y que tierno el momento en que su ingenuidad comprende que es ella!me encanta!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarParece una censura esta eliminación y nada más lejos de mí. Marga, he eliminado tu segundo comentario porque se había repetido pero si hubiera sabido que queda constancia no lo hubiera hecho.
ResponderEliminar¡Gracias por tu entusiasmo preciosa!
ResponderEliminarÁnimo con tus estudios.
¡Gracias por tu entusiasmo preciosa!
ResponderEliminarÁnimo con tus estudios.