martes, 30 de junio de 2015



MONTAÑA


Gastronómicamente, es la otra parte del mar. Es la que aporta lo contundente. la carne de pluma o de pelo, pero también la sofisticación, la sutileza, lo estético de ese mundo mágico al que pertenece la micología y que gracias a ella conocí a Cruz y, gracias a ella, os conocí a vosotros, miembros de Kasperle.



Durante un tiempo, me sentí miembro de una secta, pero miembro, miembro. Compartimos momentos únicos, viajes larguísimos, cestas vacías...



 Esto de ser "boletaire" es como ser jugador de POKER, jugar es divertido y ganar ¡es la hostia!. Pero, aunque la "collita" era incierta, la cesta siempre estaba llena de grandes momentos y de entrañables amigos. Amigos de toda condición social, cultural, económica y política, pero unidos por la misma pasión y por esa palabra mágica que se llama AMOR, de los unos para los otros.




Se han quedado por el camino algunos amigos. JUAN, va por tí. Algunas relaciones se han distanciado, otras se rompieron "de tanto usarlas", pero puedo deciros que ese MAR Y MONTAÑA ES DE TRES ESTRELLAS MICHELÍN.

Carlos Aguilar.
Junio 2015

1 comentario:

  1. Hongos, amor...(ejem), en que "montaña mágica" te los comiste?
    Tu Pfeiffer.

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