CRISTO VELATO
En el centro de la nave de la capilla de San Severo de
Nápoles encontramos una obra encargada por Raimondo de Sangro a Giuseppe
Sanmartino en el año 1700.
Se trata de una representación de Cristo envuelto en un
sudario que, lejos de la frialdad del mármol, aparenta pura seda. La perfección
es tal que, puede presuponerse que este velo se deslizaría en cuanto Jesús
realizara su primera respiración tras la resurrección.
La leyenda sugiere que el cuerpo de Jesús yacente, no es
sino el cuerpo de un amante de Raimundo de Sangro al que éste habría
petrificado con sus dotes de alquimista.
Amparo Soler
Junio 2014
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